Aproximación al “Tercer Mundo”.

Publicamos este artículo que hemos recibido en el correo electrónico de parte de un colaborador de Servir al Pueblo. El documento es divulgativo y creemos que servirá al debate entre los revolucionarios, por lo que lo reproducimos.

Aproximación al “Tercer Mundo”. ¿Qué es y qué no es?

Notas previas

Nuestro objetivo con este artículo es introducir al lector a la cuestión ideológica del Tercer Mundo: qué es y qué no es. Nuestra intención es que el artículo pueda ser leído y comprendido por el mayor número de personas posible dentro del movimiento revolucionario y de masas, por lo que expondremos la cuestión de forma divulgativa.

¿Por qué este artículo? Porque aunque la cuestión del Tercer Mundo es importante para comprender el proceso de la revolución proletaria mundial y la actualidad de la lucha de clases internacional, muchos compañeros no lo tienen claro. Muchos compañeros utilizan la expresión “países tercermundistas” como sinónimo de “países pobres” o “países en vías de desarrollo”. De esta forma, vacían el contenido político del Tercer Mundo y se ponen a la cola de los medios de comunicación de la burguesía. Otros compañeros incluso hablan de “potencias emergentes”, negando pasiva y activamente el carácter imperialista de las relaciones internacionales entre países. De manera superficial, es cierto que cualquier persona entiende países del Tercer Mundo como países pobres. Pero esto es inexacto e incompleto, porque se suele olvidar -convenientemente, por cierto- que para que haya países pobres, debe haber países ricos. Más exactamente: países opresores y países oprimidos.

No preocuparse por el Tercer Mundo es chovinismo imperialista

Si vivimos en la época del imperialismo, los revolucionarios debemos sacar cinco consideraciones básicas para entender el mundo:

1) El mundo se divide entre países opresores y países oprimidos. No hay ni existe término medio. Todos los países del mundo, absolutamente todos, son países opresores u oprimidos.

2) Cuando decimos países opresores, hablamos de países o potencias imperialistas. Estos países imperialistas son Estados burgueses imperialistas dirigidos por la oligarquía financiera. En el caso español, el Estado imperialista español es instrumento del imperialismo español (monopolios españoles de la banca, energía, infraestrucura, comunicaciones…).

3) Los imperialistas españoles obtienen superganancias explotando a las naciones oprimidas. «Beneficios extra» que no obtendrían si se limitasen a explotar al proletariado dentro de sus fronteras nacionales. Estas superganancias se rigen con la ley de la máxima ganancia monopolista. Es decir, no ganan “un poco más”; ganan todo lo que es posible ganar.

4) Los imperialistas sobornan al proletariado de dentro de sus fronteras nacionales gracias a las superganancias que obtienen explotando a los países oprimidos. Esto forma una capa de “proletarios aburguesados” que llamamos aristocracia obrera. Esta idea, aunque tomada muy en cuenta por Lenin, ya fue avisada por Engels.

“El proletariado inglés se está aburguesando cada vez más, de modo que esta nación, la más burguesa de todas las naciones, aspira aparentemente a llegar a tener una aristocracia burguesa y un proletariado burgués, además de una burguesía. Para una nación que explota al mundo entero, esto es, naturalmente, hasta cierto punto justificable” (Carta de Engels a Marx del 7 de octubre de 1858).

5) El proletariado de los países imperialistas deben, en primer lugar, reconocer que parte de sus relativamente buenas condiciones de vida se debe al saqueo de los países oprimidos. En segundo lugar, deben querer romper con este saqueo. La ganancia máxima monopolista es la base económica del oportunismo. Lenin llegó a esta conclusión tras analizar cómo la aristocracia obrera era la base social de la socialdemocracia y cómo se negaba a romper cabalmente con la opresión a las naciones oprimidas.

Si entendemos el mundo a partir de estas cinco consideraciones, llegamos a una conclusión básica: comprender el Tercer Mundo es clave para los revolucionarios. ¡Debemos conocer las redes de explotación del imperialismo español! Aunque no vivamos en un país oprimido, como habitantes de un país opresor, como proletarios de una potencia imperialista, nuestra calidad de vida está relacionada con la explotación a las naciones oprimidas. Cualquier negación de este hecho es, simplemente, chovinismo imperialista.

Origen del Tercer Mundo

La semilla de lo que hoy llamamos Tercer Mundo se puede rastrear hasta las viejas colonias de las potencias europeas. En ese momento histórico, las naciones oprimidas no tenían ningún tipo de independencia, ni formal ni sobre los hechos. En este momento había capitalismo librecambista (premonopolista) en el mundo, y los países capitalistas competían duramente entre sí. Este proceso1 de competencia llevó a la concentración de la producción y la acumulación del capital. Se fueron formando los primeros monopolios (acuerdos entre varios capitalistas) y el monopolio se acabó imponiendo en el mercado tras décadas de lucha. Los distintos monopolios comenzaron a dominar países, y una vez dominados los mercados dentro de sus fronteras nacionales “naturales”, se lanzaron a la conquista de mercados extranjeros. Así, los imperialistas se repartieron el botín del mundo.

Los capitalistas se lanzan a la aventura imperialista de saqueo y reparto precisamente por su necesidad de seguir competiendo, llevan así el capitalismo a naciones que nunca lo habían conocido. América, África, Asia y Oceanía eran inmensas tierras con abundantes recursos naturales y mano de obra indígena, y los estados europeos se daban golpes en el pecho según quien había conseguido mayor porción de tierra. Así, el imperialismo llevó la economía capitalista a todo el mundo. El capitalismo no surgió en América Latina, África y Asia de manera “natural” debido al desarrollo histórico. No, surgió impuesto por las potencias imperialistas por la fuerza de las armas.

A este capitalismo impuesto por los imperialistas le llamamos capitalismo burocrático. Es un capitalismo que no desarrolla la economía nacional del país, porque toda la economía es construida por y para los monopolios extranjeros. Un capitalismo que no genera derechos democrático-burgueses, porque nació de la mano de los imperialistas. Un capitalismo que se desenvuelve sobre la base semifeudal del país, que no es “progresista” en términos de eliminar modos de producción anteriores (feudalismo, esclavismo) sino que el capitalismo burocrático profundiza aún más estas relaciones de producción previas. En el capitalismo burocrático, los imperialistas extranjeros se alían con las clases más reaccionarias del país oprimido (burguesía burocrática atada a los imperialistas y terratenientes) para profundizar y mantener la opresión. En definitiva, el capitalismo burocrático es el tipo de capitalismo que se desenvuelve en los países oprimidos.

Le debemos a Lenin el desarrollo de la teoría del desarrollo del capitalismo en su forma monopolista (imperialismo), pero la situación después de la Segunda Guerra Mundial complica todo y es fuente confusión entre revolucionarios. Fue el Presidente Mao Tse-Tung, jefe de la Revolución China que devino en jefe de la Revolución mundial, quien señaló que el imperialismo se había desarrollado. Que el imperialismo no estaba en consolidación, como antes, sino que entraba en un periodo de decadencia, y por tanto el análisis debía profundizarse. Aquí fue cuando señaló que “tres mundos se delinean”:

Primer Mundo. Superpotencias imperialistas. Cuando el Presidente Mao lo señaló, el imperialismo yanqui y la URSS socialimperialista. Hoy, el imperialismo yanqui es la superpotencia hegemónica única. Rusia y China compiten por ser también superpotencias, pero no lo son. Rusia es superpotencia atómica por su herencia militar, pero está muy alejada de los yanquis. China también está muy alejada.

-Segundo Mundo. El puñado de potencias imperialistas: Rusia, China, España, Alemania, Reino Unido, Japón, Francia, Italia… etc. Todas ellas entran en colusión y pugna con la superpotencia hegemónica única yanqui, y sus aspiraciones son convertirse en superpotencia.

-Tercer Mundo. Naciones oprimidas completamente subyugadas a los imperialistas, sin independencia política o económica real. Son naciones donde se desenvuelve capitalismo burocrático, semicoloniales y semifeudales. En ellas viven la mayoría de seres humanos del planeta y es donde se encuentran la mayoría de recursos naturales. Cuando haya de nuevo Estados socialistas, serán también parte del Tercer Mundo.

El revisionista Deng Xiaoping trató de manipular la tesis del Presidente Mao. En un discurso en las Naciones Unidas, explicó una falsa teoría de los tres mundos para justificar que China pudiera colaborar con EEUU contra la URSS socialimperialista. La teoría revisionista de los tres mundos de Deng Xiaoping nada tiene que ver con la tesis del Presidente Mao de “tres mundos se delinean”.

A grandes rasgos, ya hemos visto qué es una nación oprimida y por qué podemos incluirlas en el Tercer Mundo. Ahora desarrollaremos un poco más acerca de las sociedades del Tercer Mundo para aclarar algunas discrepancias entre el movimiento revolucionario y de masas.

Carácter de las sociedades del Tercer Mundo

“Hoy, sobre el pueblo chino pesan dos grandes montañas, una se llama imperialismo y la otra, feudalismo”. (Presidente Mao Tse-Tung, El viejo tonto que removió las montañas).

Analizar a grandes rasgos el carácter de la sociedad en el Tercer Mundo es difícil si no se quiere caer en imprecisiones. Estamos hablando de cientos de países con procesos históricos muy distintos. Para esto, es importante analizar qué es lo fundamental.

Cuando una potencia imperialista invierte recursos humanos, logísticos, económicos y militares en subyugar un país, es para obtener un beneficio. Aunque aún existen colonias (Palestina, Kanaky, Ceuta y Melilla…), la forma más común en la actualidad son las semicolonias. Mientras que las colonias no tienen independencia política -ni sobre los hechos, ni en lo formal- las semicolonias mantienen una apariencia de estado independiente pero están subyugados a las decisiones de imperialistas extranjeros. Este es el caso de la mayoría de países en el mundo (Brasil, Perú, Filipinas, Turquía, Ucrania,…). Los Estados tercermundistas engañan a las masas de varias formas, como por ejemplo con la farsa electoral. También, algunos se presentan como fuerzas “antiimperialistas” consecuentes (gobiernos de Venezuela, Colombia, Senegal o Cuba son ejemplos) pero sin modificar el capitalismo burocrático.

Las naciones oprimidas también tienen ciertas relaciones sociales de producción feudales o semifeduales, mayoritariamente en el campo. Sobre esta base feudal o semifeudal se desarrolla el capitalismo burocrático. Las alianzas reaccionarias que ya hemos comentado anteriormente, se ven claramente con una línea burocrática en la economía, en la estructura del Estado y en lo ideológico. Todo está atado y planificado por y para los imperialistas extranjeros.

El latifundio aquí es clave en la lucha de clases de muchos de estos países. El latifundio es una relación social de producción, una relación económica en la que la tierra se acumula en las manos de grandes propietarios aliados con las potencias imperialistas. Las mercancías son producidas por campesinos pobres sin tierra, los cuales no pueden escapar de esta tierra ni poseerla, algo que recuerda a las formas de servidumbre anteriores al capitalismo.

Estos campesinos pobres sin tierra han sido despojados, ellos o sus antepasados, de la tierra que originalmente trabajaban. Su demanda principal como clase es recuperar la tierra para trabajarla en beneficio propio, resumiéndose en la consigna “la tierra para quien la trabaja”. Incluso en el éxodo del campo a la ciudad, estos campesinos pobres que trabajan en la economía informal siguen siendo campesinos. A nivel político, debemos remarcar que la lucha por la tierra en las naciones oprimidas es importante porque apunta directamente al imperialismo. No podemos olvidar que el capitalismo burocrático se desenvuelve sobre la base semifeudal del país, y ese semifeudalismo tiene importantes raíces en el campo. El problema de la tierra de las naciones oprimidas, el problema campesino en esencia, es el problema del poder político.

Queremos aprovechar para aclarar algunas concepciones erróneas muy generalizadas.

¿Qué no es el Tercer Mundo?

Los países del Tercer Mundo no están “en vías de desarrollo”

Esta es una posición humanista pequeñoburguesa y burguesa. No están “en vías de desarrollo” porque las naciones oprimidas no se pueden desarrollar mientras exista capitalismo burocrático. Solo se puede liberar a la nación con la Revolución de Nueva Democracia.

El problema de las naciones oprimidas es el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad, no “el subdesarrollo”. Los monopolios propagan la idea la teoría de los países en vías de desarrollo para desarrollar sus proyectos y campañas imperialistas a través de “planes de ayuda” o “ayuda al desarrollo”. Estos planes no tienen nada que ver con la ayuda, sino que son formas de penetración del capital financiero en las naciones oprimidas.

Gestionar el capitalismo burocrático no es liberar a la nación

Las naciones oprimidas solo se pueden liberar con la revolución democrática o de Nueva Democracia. La revolución democrática tiene por objetivo alcanzar un Estado de Nueva Democracia, una dictadura de las clases democráticas dirigida por el proletariado a través de su Partido para liberar a la nación del imperialismo y avanzar hacia el socialismo. Esta alianza de clases democráticas bajo dirección del proletariado está basada en la alianza obrero-campesina.

Ninguno de los gobiernos socialdemócratas actuales son gobiernos antiimperialistas. Petro, Lula, Maduro, Boric… todos ellos gestionan el Estado terrateniente-burgués al servicio de los imperialistas extranjeros. Solo son gestores del capitalismo burocrático, incluso algunos de ellos, reprimen a los movimientos de masas mucho más que sus homólogos conservadores.

Una postura extremadamente difundida entre el movimiento de masas es que debemos defender a estos gobiernos frente agresiones del imperialismo. No, defendemos la liberación nacional, pero no a los lacayos del imperialismo. Defendemos la soberanía del pueblo venezolano, y nunca defenderemos una agresión militar del imperialismo yanqui. Y en caso de guerra, debemos apoyar la resistencia nacional armada. Pero apoyar al pueblo no es apoyar al gobierno antipopular. ¿O debemos apoyar a Maduro para que la bota que pisa al pueblo venezolano sea rusa o china en vez de yanqui? Los mismos que defienden a estos gobiernos lo hacen mecánicamente por una oposición al imperialismo yanqui, cayendo en la tergiversación de la teoría de los tres mundos como hacía Deng Xiaoping.

Los países del Tercer Mundo no son imperialistas ni “potencias emergentes”

Algunos compañeros del movimiento revolucionario y de masas se equivocan al catalogar como imperialista a cualquier país que hace la guerra de agresión. Señalan que Turquía es imperialista por invadir el norte de Siria, o que Irán es imperialista por ser una “potencia regional” como dice la geopolítica burguesa.

El imperialismo no es una política del capital financiero, ni es hacer la guerra, es el dominio de los monopolios en todo el mundo. Las guerras que realiza Turquía en el norte de Siria, por ejemplo, son obra del imperialismo yanqui. Quienes piensan que las empresas turcas se aprovechan de los recursos del norte de Siria, en realidad, no saben que son empresas ligadas al imperialismo. No hay ningún imperialismo turco que maniobre en el norte de Siria, sino más bien, es el imperialismo yanqui que indirectamente lo hace a través de las clases reaccionarias turcas.

El concepto de “potencia emergente” es falso porque se basa en la estadística burguesa. Las estadísticas oficiales enmascaran la red de control y opresión imperialista sobre la faz de la tierra. Lenin ya avisó que el sistema de participación (sociedades madres, hijas y nietas) enmascara el poder de los monopolios. Así, la geopolítica burguesa define como “potencias emergentes” a Corea del Sur, Taiwán o la India. La realidad es que son países semicoloniales subyugados por el imperialismo. Los definen como emergentes por las cifras macroeconómicas, pero olvidan que todas esas cifras de crecimiento económico provenien del capital financiero extranjero, de las sociedades hijas y nietas de monopolios extranjeros. Un ejemplo visual: la sociedad madre yanqui crea una filial en Corea del Sur, y esta filial crea una filial en Taiwán. Esta filial en Taiwán penetra con capital en China y monta fábricas de ensamblaje. Según las estadísticas burgueses, la producción económica aumenta en Taiwán y Corea, pero la realidad es que todo se lo embolsa el monopolio yanqui.

A modo de conclusión

Bajo la dirección del proletariado y el MCI, la Revolución de Nueva Democracia y el Tercer Mundo es la fuerza principal de la revolución mundial

La revolución proletaria mundial es formada por el movimiento del proletariado internacional y el movimiento de liberación nacional de las naciones oprimidas. A pesar de ello, algunos compañeros del movimiento revolucionario y de masas dejan en segundo lugar la cuestión del Tercer Mundo. No consideran importante tener un enfoque antiimperialista en su discurso o en su práctica. Unos compañeros dicen que es más importante centrarse en la lucha de clases nacional; otros compañeros se excusan en que la contradicción principal es burguesía-proletariado, por lo que hablar del imperialismo no es tan importante. Ambos caen en el chovinismo imperialista.

La principal tarea de los comunistas es hacer la revolución en su propio país, esto está claro. La cuestión está en que, para hacer la revolución en una potencia imperialista, no se puede dejar de lado el imperialismo de dicha potencia. Para hacer la revolución española debemos luchar contra el imperialismo español, fuera y dentro de nuestras fronteras. Debemos denunciar el soborno a la aristocracia obrera que proviene de las superganancias al explotar a las naciones oprimidas. Debemos denunciar la base económica del oportunismo, y de la misma forma, desenmascar al oportunismo señalando su carácter de clase. ¡No quieren perder sus privilegios!

Palestina ha puesto de relieve la importancia del Tercer Mundo. La feroz lucha de liberación nacional está sacudiendo los cimientos del imperialismo. El arrojo de las masas oprimidas que se unifican en torno a esta causa dentro y fuera de Palestina ha ofrecido un momento ascensional de la lucha de masas. Hoy, la contradicción entre potencias imperialistas y naciones oprimidas es la contradicción principal del imperialismo.

Ciertos posicionamientos derrotistas parten de que el comunismo se encuentra en derrota histórica. ¿Dónde han estado luchando los comunistas ferozmente estas últimas décadas desde que la contradicción principal es la de países oprimidos y opresores? ¡En las luchas de liberación nacional! La tarea de los comunistas es dirigir a las masas, que eso estén haciendo en las más importantes luchas de nuestro siglo no es casualidad. Perú, Turquía, Filipinas e India con sus guerras populares son ejemplo de ello. ¿No son suficientes las cientos de miles de masas que ya empuñan el fusil en estos países? Todos los que aseguran que la estrategia comunista debe partir desde una posición de derrota caen inconscientemente en chovinismo imperialista. Como en España “va mal la cosa”, debe ir mal en todo el mundo. Estos compañeros hubieran sido mucho más pesimistas durante los años previos a la Revolución de Octubre.

La revolución mundial no es solo el Tercer Mundo, pero no podrá ser exitosa sin el Tercer Mundo.

Lecturas recomendadas para desarrollar estas breves notas

-El imperialismo y la escisión del socialismo (Lenin)

-El imperialismo, fase superior del capitalismo (Lenin)

-Sobre la dictadura democrático-popular (Mao Tse-Tung)

-Sobre el capitalismo burocrático (Partido Comunista del Perú)

-El capitalismo burocrático es una tesis marxista-leninista-maoísta (Partido Comunista de Colombia – Fracción Roja)

-La Revolución de Nueva Democracia es la fuerza principal de la revolución mundial (Partido Comunista de Brasil)

-¡Fortalezcamos la lucha antiimperialista al servicio de la Revolución Proletaria Mundial! (Liga Comunista Internacional)

-El PCP y el maoísmo: el Presidente Mao Tse-Tung sentó bases de la estrategia y táctica de la revolución mundial (Movimiento Popular Perú)

1Como hemos dicho en las notas previas, este es un artículo divulgativo y resumimos la formación del capital financiero. Para una lectura más profunda, recomendamos “El imperialismo, fase superior del capitalismo” (Lenin)