Corresponsal en Madrid

El pasado 14 de octubre tuvo lugar, en el Centro Social La Piketa -recientemente inaugurado por los compañeros de CGT Metal Madrid en el barrio vallecano de Entrevías-, una presentación a cargo de tres integrantes de la organización Jornaleras de Huelva en Lucha. Las compañeras comenzaron explicando por qué se viene considerando a la provincia de Huelva como “zona de sacrificio” para, a continuación, profundizar en la situación de sobreexplotación en la que se encuentran las temporeras y temporeros que trabajan en las campañas de frutos rojos de la provincia. Se trata de unos 100.000 trabajadores nativos y sobre todo migrantes -mayoritariamente mujeres- que proceden principalmente de Europa del Este, Latinoamérica y Marruecos. A estos se suman entre 3.000 y 5.000 subsaharianos que sobreviven en unos asentamientos chabolistas que carecen de los más elementales servicios y que frecuentemente acaban arrasados por incendios.
Las temporeras marroquíes y latinoamericanas están sujetas a lo que establece la Orden GECCO de contratación de personas extranjeras en origen, por lo que han de regresar a sus países al finalizar las campañas, lo que complica bastante -pero no imposibilita- la labor sindical de las compañeras.
Las condiciones laborales de todos estos trabajadores son de explotación y opresión máxima. Realizan jornadas muy extensas, soportando el racismo, los gritos y las amenazas de unos controladores únicamente preocupados por elevar la productividad. Se ven obligados a aceptar -bajo coacción y amenazas- unas normas completamente abusivas entre las que se puede incluir, por ejemplo, la prohibición de hablar entre los trabajadores y la prohibición de escuchar la radio durante la jornada. Además a menudo tienen que sufrir también los abusos por parte de las mafias, una situación especialmente sangrante en el caso de los trabajadores procedentes de Europa del Este.
Para defender los derechos de estas temporeras -empezando por las denuncias por abusos sexuales presentadas por un grupo de jornaleras marroquíes-, comenzaron a trabajar en 2018 las compañeras que ahora conforman el sindicato Jornaleras de Huelva en Lucha, un trabajo que han tenido que realizar en condiciones muy complicadas y extremadamente precarias. Sin embargo, eso no les ha impedido obtener importantes logros en las demandas judiciales en las que han intervenido, consiguiendo reducir en alguna medida la impunidad que venía reinando en los tajos onubenses. Entre los logros conquistados se encuentra el derecho que ahora tienen las sindicalistas a visitar a las temporeras en las viviendas en las que habitan durante la campaña, cuando estas viviendas se encuentran dentro de las propias fincas en las que trabajan, un derecho que hasta hace poco tiempo se les negaba.
Además de esta apertura de cancelas, las reivindicaciones de Jornaleras de Huelva en Lucha giran en torno a los derechos laborales plenos para los trabajadores; la realización de inspecciones laborales eficaces; la puesta en marcha de alternativas laborales en la provincia; la transición agroecológica, la justicia social y la reforma agraria; la sustitución del PER por una renta básica universal y toda una serie de medidas que, de llevarse a cabo, mejorarían significativamente las opresivas condiciones en las que se encuentra actualmente la clase trabajadora en la provincia de Huelva.